La historia cuenta que la danza de la Quema del Torito es una costumbre que data del siglo XVII y que se ve en las fiestas patronales de los municipios de Guatemala.
El baile, relacionado con la ganadería y los capataces, relata la historia del capataz de una hacienda que prohibía a los vaqueros que trabajan para él lidiar con un toro, por lo que ellos deciden embriagarlo para poder hacerlo.
El baile finaliza con la muerte del capataz por el toro más bravo de la hacienda. La costumbre tiene una duración, dependiendo del lugar, pero en los municipios más conservadores, alrededor de 10 horas durante diez días consecutivos y es interpretada por 38 personajes.

La parte más alegre del baile es la toreada, en la cual cada personaje de la danza torea al torito, el cual es interpretado por un personaje con un armazón de madera o alambre sobre una lona recubierta con cal, la que evita que sufra quemaduras. Esta armazón está cubierta con distintos juegos pirotécnicos que se queman durante el baile.
Esta armazón es colocada sobre los hombros y sujetado con las manos de quien hace del toro bravo. Se encienden los juegos pirotécnicos y empieza la diversión de las personas que “torean” al Torito y corren para evadir ser alcanzados por los juegos y el torito.